El dirigente de la FOEB afirmó que el proyecto del Gobierno es tibio en comparación con los de otros países.
En este sentido, en diálogo con el programa Desayunos Informales, apuntó:
Apunta principalmente a dos cosas. Una es atacar el consumo problemático, que es un 17 % de los consumidores habituales. Y apunta a tratar de frenar el consumo en menores de edad: se ingresa a la ingesta en los 12 años y poco, y difícilmente tiene retorno. Se ingresará en las escuelas para educar y retrasar esos hábitos.
Esto fue conversado con parlamentarios durante todo este año y el anterior. No hay impuestos, por lo que queda claro que no tiene fines recaudatorios, sino sanitarios. Es válido, es un inicio. Venimos de dos frustraciones en las dos legislaturas anteriores.
Creo que ingresa en la agenda política y pública el tema de la ingesta del alcohol. El cambio cultural se realiza, aunque es distinto el cigarrillo y el alcohol. El alcohol es parte de la celebración, está integrado al agasajo y al brindis.
Este proyecto busca regular, pero tibiamente en relación a otros países.
