Roberto Kreimerman compareció ante la comisión parlamentaria que investiga los negocios de la regasificadora

El exministro de Industria consideró que en su momento la regasificadora era un buen plan y dijo que no hubo negocios directos con OAS.

Para la oposición la regasificadora fue un negocio fallido. Denuncian que hubo irregularidades en el proceso, pero para los legisladores del Frente Amplio en comisión solo se discutieron aspectos de gestión.

Durante su comparecencia ante la comisión, el exministro de Industria Roberto Kreimerman explicó por qué, junto a su equipo, consideraban que era un buen plan:

“Se calculó que precisábamos un 20 % más de energía por necesidad y debido a los problemas climáticos.

Los cálculos justificaban una inversión que la hacía una empresa extranjera y se pagaba en quince años”.

Respecto a cuestionamientos de la oposición ante la contratación de la empresa brasileña OAS, el exministro explicó:

“Fue un proceso de licitación muy claro, en el cual intervinieron empresas de todo el mundo. Hubo decisiones de un equipo de técnicos analizando en lo jurídico y financiero para ver qué era lo mejor para el país.

La licitación fue a la empresa GDF Suez, la que subcontrató a OAS. Se le pedía a todas las empresas que indicaran a qué empresas subcontratan. No había reparo en ese momento. La negociación fue directamente con GDF Suez”.


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