Se venció el plazo máximo previsto para un detenido que espera ser extraditado.
Morabito fue capturado en setiembre del año pasado en un hotel del Centro de Montevideo. Tenía consigo trece teléfonos celulares y una pistola Glock. En Italia es acusado de ser integrante de la mafia calabresa.
Desde hace ocho años vivía en Punta del Este bajo el nombre falso de Francisco Antonio Capeletto Souza.
Tenía pasaportes expedidos por Brasil, Portugal y Uruguay.
Fue alojado en Cárcel Central y acusado de varios delitos falsificación de cédula y pasaportes.
A principios de este mes el italiano protagonizó un altercado con un guardia de Cárcel Central, y según denunció, terminó con una costilla rota y dos fisuradas.
La jueza especializada en crimen organizado Dolores Sánchez había concedido la extradición de Morabito en marzo pasado.
Su abogado defensor, Víctor Della Valle, discrepó con esta resolución y presentó una apelación, por entender que contradice el tratado entre Uruguay e Italia, que no admite el juicio en ausencia. El Luis Pacheco coincidió con la posición de la defensa.
El nuevo Código del Proceso penal establece un máximo de 120 días para la detención de una persona en esta situación. Y Morabito había comenzado el arresto administrativo a la espera de la extradición el 14 de febrero, tras cumplir con la causa en Uruguay.
La jueza Sánchez decidirá ahora cuándo lo libera. Morabito quedaría sujeto a medidas cuatelares.
El fiscal Pacheco pidió para él cierre de fronteras y uso de tobillera electrónica.
El proceso sobre Morabito continúa su trámite, a la espera del fallo de un Tribunal de Apelaciones que deberá resolver si otorga la extradición, como se resolvió en primera instancia.
