El 80 % de lo rematado fue comprado por socios del club y lograron recaudar los 300.000 pesos que necesitaban para pagar una deuda laboral.
La recepción del histórico club se convirtió en una improvisada sala de remates.
Había 46 lotes que incluían desde sillas, escritorios, aparatos de gimnasia, lockers, aros de básquetbol y objetos históricos como un timón y unos cien trofeos.
La mayoría de los oferentes eran socios o ex socios pero también había público que llegó en busca de oportunidades.
Luis Vaillant es uno de los directivos del club y no pudo ocultar su tristeza por la situación.
El 80 % de lo rematado fue comprado por socios o ex socios; los aros y los tableros fueron comprados por veteranos jugadores de básquetbol vinculados al club.
Todo lo recaudado será destinado a pagar la deuda laboral que la institución tenía con un exprofesor.
La actual directiva del club está buscando alternativas para salir adelante.
Esta semana a se presentaron a concurso de acreedores y tienen la expectativa que la Secretaria de Deportes colabore para evitar que el histórico club cierre sus puertas.
