El Banco Central había presentado la demanda contra las instituciones financieras atadas a la debacle económica de 2002.
Si la sentencia se mantiene, el BCU recibirá una indemnización de parte de los exdirectivos del Banco de Montevideo y el Banco Caja Obrera, que deberá repartir entre los ahorristas damnificados de esas instituciones financieras.
“Fueron los que los administraban los que provocaron la insolvencia y las pérdidas”, comentó el vicepresidente del BCU Jorge Gamarra. Durante el juicio, la justicia logró embargar algunas propiedades de los sentenciados, que podrían rematarse para cumplir con la condena.