El presidente dice que no tiene confianza personal en el exsecretario de Presidencia y actual fiscal de gobierno, Miguel Toma, y que si fuese personal de confianza ya no estaría en el cargo.
“Bien fácil: si fuera un funcionario de confianza, toma no estaba más en el cargo", dijo Lacalle.
El gobierno ordenó una investigación administrativa por presuntas irregularidades en las misiones oficiales de Miguel Toma a Roma y Washington durante el año 2019.
El presidente dijo este miércoles que no tiene confianza personal en el exsecretario de la presidencia y actual fiscal de gobierno.
“Pero como no es un funcionario de confianza, es un funcionario público, requiere ya no solo la voluntad del poder ejecutivo o del presidente de la República; para destituir a un funcionario público ustedes saben lo que significa, por eso hay una investigación administrativa además de otros procesos”, dijo el presidente.
La Junta de Transparencia y Ética Pública resolvió desarchivar las actuaciones por este caso.