Tabaré Vázquez se manifestó optimista para alcanzar los objetivos en educación y admitió problemas en seguridad pública

Durante el discurso en el Antel Arena, el viernes pasado, envió mensajes a la oposición.

Como había hecho a mediados de diciembre, en una conferencia, el presidente Vázquez tomó como base los diez compromisos que asumió cuando ganó la interna frenteamplista. Sin corbata, con vestimenta casual, durante más de una hora hizo un balance de su gestión de estos cuatro años. Primero destacó avances en el sistema de cuidados, en descentralización y gobierno digital.

En cuanto a las principales preocupaciones de los uruguayos, el presidente se mostró optimista en alcanzar más temprano que tarde, las metas en educación; defendió la negociación colectiva; dijo que le “duele en el alma” la pérdida de 60.000 puestos laborales, pero que desde 2005 se crearon 300.000; y sobre seguridad, la principal preocupación de la gente, dijo que “Es cierto que en seguridad tenemos un problema”.

Pero también destacó el combate al narcotráfico y a las bandas delictivas, con una alusión a la campaña de Jorge Larrañaga: “Y sin recurrir a sistemas fallidos como la militarización del territorio”.

El presidente destacó el crecimiento económico del país y la distribución equitativa de la riqueza; dijo que la inflación está “levemente” por encima de la meta, pero “controlada”; y admitió problemas para bajar el déficit, pero dijo que en parte “está explicada por la asistencia financiera al servicio de pasividades de las fuerzas armadas, que se encuentra en el entorno de un  punto del producto.”

El discurso de Vázquez en el Antel Arena fue seguido por militantes, ministros y legisladores; por dirigentes como el ex presidente José Mujica, y por los precandidatos del oficialismo. Al final, envió un mensaje ante el inicio de la campaña electoral: “No podemos pretender en una campaña electoral una oda a la dulzura, pero sí podemos pretender un tránsito respetuoso y tolerante”.


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