"Estamos frente a un degenerado que hacía las cosas de tal forma que engañó al presidente de la República, a mí también", afirmó el legislador blanco.
“Yo tengo vergüenza propia por no haber visto esto. A todos nos pasó lo mismo. Estamos frente a un degenerado que hacía las cosas de tal forma que engañó al presidente de la República, a mí también”. Esas fueron las palabras del senador nacionalista Sebastián Da Silva para referirse a las nuevas revelaciones que surgieron sobre el actuar del exlegislador blanco Gustavo Penadés.
Esta semana se publicó el libro Gustavo Penadés: dos caras de un hombre con poder, de los periodistas Martín Tocar y Carolina Delisa. Allí se narran episodios como que el exsenador organizaba fiestas sexuales en la década de 1990, en las que había menores de edad.
Da Silva reconoció este martes en rueda de prensa que no leyó el libro, pero sí las notas de prensa que se escribieron este fin de semana en base a un adelanto: “Es lo suficientemente vergonzoso”, dijo.
“Primero vergüenza propia, porque las cosas pasaron por el costado nuestro, y eso es así. Segundo, es una inmundicia. Tercero, ojalá que por estos testimonios tan dantescos, el tema no quede solo en Penadés sino en todos esos que participaban en esas fiestas donde usaban menores pobres como objeto sexual, disfrazándolos de perros, etcétera”, afirmó.
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A juicio del legislador, el actuar de Penadés no fue detectado por sus correligionarios políticos, y eso le da “vergüenza propia”. “Yo tengo vergüenza propia por no haber visto esto. A todos nos pasó lo mismo. Estamos frente a un degenerado que hacía las cosas de tal forma que engañó al presidente de la República, a mí también, pese a que cuando empezaron a aparecer las cosas uno sumaba, usaba el sentido común, y había cosas que no cerraban”, dijo.
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Con todo, Da Silva dijo que espera que las revelaciones que surgen en este nuevo libro sirvan para que más personas vayan a la Justicia por haber sometido a menores de edad a actos sexuales.
“Si tiene algo este episodio truculento es que ojalá no quede solo en Penadés, que vayan a todos los que estaban en esa fiesta, degenerados, usando correas de perro para tratar de satisfacer sus deseos más oscuros. Ojalá que los testimonios nuevos aporten para que todos esos degenerados tengan la justicia que corresponde. Y si las justicia no les llega, el escarnio público que corresponde”, afirmó.