Un 46 % de las uruguayas considera que las mujeres tienen menos derechos que los hombres

Una encuesta de Cifra refleja la opinión de los uruguayos sobre el rol de la mujer en la sociedad.

Cuatro de cada cinco uruguayos piensan que en nuestro país el acceso de las mujeres a la educación no es problemático. Algunos indicadores, como la feminización creciente de la matrícula universitaria, señalan que es cada vez más frecuente que las mujeres estudien a la par de los varones. Si bien hay barreras, muchas mujeres uruguayas las están franqueando.

Pero en otros aspectos de la vida cotidiana, según lo que percibe la gente, la tienen más difícil: les es más difícil que a los hombres algo tan básico como hacer valer su opinión. Por lo tanto, es razonable que también enfrenten barreras para participar en política. Pero las barreras no están solo en el ámbito de las ideas y el poder político, sino también en lo económico, en el acceso al trabajo. En todos esos aspectos alrededor de 6 de cada 10 piensan que las mujeres enfrentan más dificultades.

A pesar de que la mayoría percibe desventajas en tantas áreas, solo poco más de un tercio considera que las mujeres uruguayas tienen menos derechos que los hombres, el 56% piensa que tienen los mismos derechos y el 4% más derechos.

La percepción sobre los derechos, sin embargo, es bastante distinta según el género de los encuestados. Sólo el 23% de los hombres encuestados cree que las mujeres uruguayas tienen menos derechos que ellos (y 15% siente que tienen más). Las mujeres encuestadas, en cambio, están divididas: un poco más de la mitad considera que tiene los mismos (o más) derechos que los hombres y el resto (46%) piensa que tiene menos derechos que los hombres.

El siguiente gráfico muestra la proporción de mujeres y hombres que consideran que la situación de la mujer en Uruguay es menos favorable que la del hombre. La mayor diferencia de opiniones se observa cuando se habla de lo más abstracto, los derechos: casi la mitad de las mujeres, pero sólo un cuarto de los hombres, perciben que las mujeres tienen menos derechos.

En los aspectos más concretos las mujeres tienen una visión más negativa que los hombres, pero el perfil de opiniones es similar: la educación no sería un problema, pero sí lo son hacer valer su opinión, participar en política y conseguir un buen trabajo. Esta última dimensión, cotidiana y relativamente fácil de registrar, es la que despierta más consenso entre hombres y mujeres.

¿Hemos progresado como sociedad en los últimos 20 años? Si se compara la opinión en 2021 con la que se registraba en 2001, parece que más bien hemos retrocedido. En todos los aspectos por los que se preguntó hoy son más que 20 años atrás los que perciben que las mujeres están en una situación peor que los hombres.

En particular se perciben peor dos de las dimensiones más cotidianas: en 2001 una minoría (44%) pensaba que era más difícil para las mujeres valer su opinión; hoy el 58% percibe que a las mujeres no se las toma tan en serio como a los hombres. Y se percibe aún peor la posibilidad de que las mujeres consigan un buen trabajo, 41% entonces, 61% hoy.

Como era de esperar, las mujeres tienden a percibir más impedimentos para el género femenino que los hombres. Algunos indicadores, como la tasa creciente de mujeres con estudios terciarios o el aumento de la presencia de mujeres en el Parlamento, gracias a la ley de cuotas, muestran que algunas barreras han disminuido en los últimos 20 años. Sin embargo, hoy la sociedad “tolera menos” las desigualdades de género, y en un mundo más globalizado, esas desigualdades son aún más visibles de lo que eran a comienzos del milenio.

Uruguay, uno de los países pioneros en habilitar el voto femenino y el divorcio por voluntad de la mujer, y que facilitó la inserción de las niñas en el sistema escolar, se está quedando atrás en la ola mundial que busca equiparar oportunidades y disminuir la discriminación.


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