Como prevé Primaria, el centro educativo vivió una jornada de reflexión tras el incidente en el que una madre agredió a una maestra y a la directora.
Este viernes no fue un día más en la Escuela 251. Muchos niños estaban sin su túnica, con sus padres, docentes y auxiliares, en el patio del centro educativo.
Tal como prevé Primaria cada vez que se agrede a un maestro, se realizó una jornada de reflexión con todos los integrantes de la comunicad educativa.
En este sentido, un alumno de quinto año escribió una carta en la que le manifestó su apoyo a los maestros del centro: sostuvo que muchas veces los padres dicen que hay que respetar a los adultos, cuando ellos no tienen ese respeto. Les pidió que recuerden lo que les enseñan en la escuela y que si bien ser maestro es un trabajo, los docentes lo hacen también por amor.
En tanto, en una carta que circuló en la reunión, los docentes coincidieron con las palabras del niño: “Amamos lo que hacemos y creemos que tenemos derecho a seguir haciéndolo, pero sin miedo. En medio de la adversidad, encontramos esperanza y ese rayito de Sol lo hayamos en todos ustedes, que están tan tristes como nosotros”.
