En Latinoamérica, sólo Chile y Costa Rica se posicionaron junto a Uruguay en la parte superior de la escala de cinco puntuaciones que elaboró la agencia. El resto obtuvo puntajes en los rangos “bajo” y “muy bajo” y dos figuraron como “moderado”.
Según Moody's, escándalos de corrupción como el de la constructora brasileña Odebrecht evidencian una diseminación de esta práctica en la región y afectan las calificaciones crediticias soberanas de toda Latinoamérica.
Además, traerá consecuencias negativas en el corto plazo para el crecimiento de algunas economías por la postergación o cancelación de importantes proyectos de infraestructura en varios países. En cuanto a la “fortaleza institucional” Uruguay fue evaluado como “alto”, por debajo de Chile que obtuvo “muy alto” pero por encima del resto de los países latinoamericanos.
Moody's afirma que, ante estos datos, los gobiernos de la región tienen la oportunidad de fortalecer sus medidas anticorrupción para mejorar sus puntuaciones.
