"Un trabajo de hormiga:" comenzó desguace de barcos hundidos en el puerto de Montevideo

“La primera etapa es el reflotamiento del barco; una segunda etapa es cortar la obra muerta; y después traer el casco para terminar de cortarlo”, explicaron desde la ANP.

El puerto de Montevideo viene siendo testigo de varias obras y movimientos; por ejemplo, por la construcción del viaducto, que permitirá que el tren de carga de UPM II llegue directamente a las zonas de carga y descarga sin entorpecer el tránsito de la zona. Pero aguas adentro también suceden cosas: comenzó el proceso para retirar los barcos hundidos en esa zona de la bahía. 

En total, son cerca de 100 barcos; en una primera etapa se comenzará con el retiro y desguace de 20.

“La operativa implica todo el desguace de los barcos que están hundidos en el dique cintura, que a la larga son un escollo para la navegación”, explicó a Telemundo Luis Costa, jefe de División en Administración Nacional de Puertos (ANP).

El consorcio contratado a través de licitación por la ANP ya desguazó seis barcos, con el despliegue de tres equipos de corte; la próxima semana, en tanto, se sumará un cuarto equipo de trabajo.

“Es un proceso lento”, explicó Costa, y agregó que se da principalmente en tres etapas, ya que “la mayoría de estos barcos están hundidos, deteriorados, saqueados, han pasado por todo: La primera etapa es el reflotamiento del barco; una segunda etapa es cortar la obra muerta; y después traer el casco para terminar de cortarlo”.

Además, entre esas tres etapas hay otras fases menores, que implican revisar si los barcos tienen material combustible, y cortar todas las partes de salas de máquinas y cámaras de frío, “para poder reflotar los cascos, sacarlos de la cuna de barro” y moverlos a la costa para continuar los trabajos. “Hasta que no se aligere el barco no se puede remolcar”, agregó Costa.

“Reflotar un barco de esos puede llevar entre 15 días, 20 días o un mes, depende de la marea, de los vientos, y de las normas de seguridad que tenemos que respetar. Además esos barcos están en muy poca agua, y si tenemos una marea determinada, las grúas no pueden entrar”, explicó

“Ir cortando un barco de estos es un trabajo de hormiga: lleva muchas horas, mucha mano de obra, y siempre dependiendo de las condiciones del tiempo”, agrega.

Una vez se realizan los cortes grandes, luego se hacen otros más chicos para que los camiones puedan trasladar las partes a la fundición. Además, durante todo el proceso “se cuida mucho el tema de cualquier contaminación, para que no se produzcan, por ejemplo, humos tóxicos”, añadió el jerarca. 


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