Varias personas intentaron moverla para devolverla al mar abierto, pero los especialistas consideran que el animal llegó para morir.
Se trata de un ejemplar de siete metros de longitud y una tonelada de peso. El animal encalló a eso de las 13:00 horas de este martes.
Hubo un intento de rescate por parte de una decena de personas que se metieron al agua para intentar sacar al animal de la posición en la que estaba.
Posteriormente, llegaron representantes del Cecoed, Prefectura y Facultad de Veterinaria y explicaron la situación.
En este sentido, Martín Lima, por la Facultad de Veterinaria, explicó:
“En el estado que está y en la situación que está, está todo recubierto de unas parásitos arriba de su piel; cuando hay mucha cantidad, quiere decir que el estado sanitario no es bueno, que el animal está deprimido y que hay altas probabilidades de que haya venido a morir.
Lo ideal es dejarla tranquila”.
