Una multitudinaria caravana acompañó el último adiós a Luisa Cuesta: el silencio fue la norma en el Cementerio del Norte

El núcleo central de la asociación de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, de la que Cuesta fue fundadora, encabezó el cortejo.

La activista por los derechos humanos Luisa Cuesta falleció este miércoles, a los 98 años, habiéndose transformado en un ícono de la lucha por la búsqueda de verdad y justicia en torno a los diversos casos de detenidos-desaparecidos durante la última dictadura de Uruguay.

Sus restos fueron despedidos este viernes, siguiéndose lo solicitado por Cuesta, quien murió sin haber encontrado a su hijo, que desapareció en Buenos Aires: no hubo velorio y el sepelio tuvo lugar en el Cementerio del Norte, tras un largo cortejo que partió desde la Plaza 1º de Mayo; en tanto, sus restos serán cremados en los próximos días.

El núcleo central de la asociación de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, de la que Cuesta fue fundadora, encabezó el cortejo, que por momentos se transformó en una multitudinaria caravana.

Varias figuras de la política y de colectivos sociales se hicieron presentes en el lugar.

Luis Puig, diputado por el Frente Amplio:

“El dolor, la tristeza, pero al mismo tiempo la reafirmación de las ideas de Luisa de la lucha por verdad y justicia, y de la necesidad de que los jóvenes de este país retomen las banderas de Luisa para plantearse que es imprescindible para el futuro democrático del país construir un país sin impunidad”.

Mariano Arana, edil y exintendente de Montevideo:

“Tengo cierta indignación porque una persona como ella no haya sido mínimamente respetada, por lo menos para saber el destino de su hijo, que seguramente fue masacrado por la barbarie conjugada del Uruguay y Argentina”.

Óscar Andrade, precandidato frenteamplista:

“Hay más de 300 causas que están empantanadas. Sigue existiendo a nivel de la Suprema Corte de Justicia un muro para que estas causas avancen. Es todavía cotidiano el desfile en los juzgados. Hay niveles de impunidad que son muy dolorosos y Luisa fue un símbolo de la lucha contra la impunidad”.

Eduardo Rubio, diputado por Unidad Popular:

“A Luisa hay que recordarla como lo que fue: una gran luchadora, comprometida, que desde su dolor individual hizo una causa colectiva. La mejor manera de recordarla y homenajearla es mantener nuestro compromiso de lucha contra la impunidad, que le impidió poder irse a descansar sabiendo qué pasó con su hijo”.


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