El 85% de los casos se detectan de forma tardía.
En la región, Uruguay es el país con mayor incidencia y mortalidad por cáncer de pulmón en proporción a su población.
Un informe de la Unidad de Inteligencia de The Economist, denominado “Cáncer de pulmón en América Latina: es tiempo de dejar de mirar hacia otro lado”, utilizó un semáforo para clasificar a los países según su desempeño en varias categorías.
Uruguay resultó destacado por las políticas de control del tabaco y la calidad de los datos del cáncer de pulmón. Sin embargo, obtuvo dos luces rojas, que significa que requieren acción urgente. Fue en aspectos vinculados a los servicios no curativos, porque no cuenta con guías para la rehabilitación pulmonar de los enfermos, que pueden transformar un cáncer terminal en crónico.
También tuvo mal desempeño en la información y el apoyo a la causa, porque a pesar de que existe una fuerte campaña contra el tabaquismo -que es la causa predominante de cáncer de pulmón-, no se detectó una concientización sobre los otros factores de riesgo de la enfermedad.
En Uruguay dos de cada diez personas que se mueren por cáncer de pulmón nunca fumaron. La contaminación del aire y la presencia de arsénico en fuentes de agua potable también lo provocan.
El informe revela un desempeño preocupante de Uruguay en el acceso al tratamiento, debido a que hay pacientes que deben acudir a la justicia para adquirir medicamentos de alto costo.
También obtuvo luz amarilla porque el 85% de las personas con cáncer de pulmón son diagnosticados de forma tardía. Además, en Uruguay, los pacientes comienzan el tratamiento en promedio 28 días después de haber sido diagnosticados.
Telemundo estuvo en Bogotá, en la presentación del informe de The Economist sobre el cáncer de pulmón.
Allí, un experto mexicano en investigación de sistemas de salud aseguró que para lograr una detección temprana se deben focalizar las políticas en la población de riesgo.
