"Cerraron alguna boca y unos días se calmó un poco, pero vuelve a florecer todo": vecinos del barrio Reus denuncian inseguridad

Este miércoles –tras el tiroteo- la Policía volvió a allanar la vivienda señalada como boca de drogas, aunque no se incautó ningún elemento de interés para la Policía, y tampoco hubo personas detenidas.

La calle Emilio Reus se convirtió en el epicentro de la inseguridad del barrio. Los vecinos denuncian rapiñas, hurtos y daños en viviendas y vehículos de la zona, por parte de consumidores que adquieren pasta base en dos viviendas ubicadas en la Peatonal de las Casas Coloridas.

A las diez de la noche del martes se registró un tiroteo frente a una de estas bocas. Algunos de los que participaron en aquel incidente se metieron en el fondo de una casa donde vive una mujer de 77 años y continuaron allí el enfrentamiento.

La Policía detuvo a cuatro personas de 19, 28, 22 y 36años, quienes fuero imputados por un delito de violación de domicilio y daño agravado, y se les fijó como medida cautelar la prohibición de abandonar el domicilio entre las 19:00 y las 8:00 horas, por 30 días.

A raíz de los hechos de inseguridad en el barrio a finales de mayo, un grupo de vecinos se reunió con el director de Convivencia Ciudadana, Santiago González, para pedir que se tomen acciones contra las bocas de la calle Emilio Reus. Pocos días después, el 1 de junio, se allanó una de ellas, incautándose pasta base, cocaína, dinero en efectivo y municiones de armas de fuego.

La boca fue tapiada y una personas enviada a prisión. Sin embargo, a los pocos días, el punto de venta volvió a funcionar.

“Si bien cerraron alguna boca, y durante unos días se calmó un poco, es como que vuelve a florecer todo y ves a los que se drogan, que los ves circular, a determinada hora, cuando cierran todos los locales, alrededor de las siete, ocho, cambia el clima y hay todo una circulación de gente que no es de acá, y se empieza a complicar la salida”, dijo un vecino a Telemundo.

Este miércoles –tras el tiroteo- la Policía volvió a allanar la vivienda señalada como boca de drogas, aunque no se incautó ningún elemento de interés para la Policía, y tampoco hubo personas detenidas.

Los vecinos señalan que el barrio tiene varias viviendas abandonadas y que deben tomar medidas para impedir que delincuentes las tomen para instalar puntos de venta de drogas o aguantaderos de objetos robados.

“Tratamos de cuidar cuando hay casas que están vacías y vemos que las quieren ocupar. Empiezan a dejar cosas en la puerta como para ver si nadie las saca. Nosotros cuidamos las casas que no son nuestras para que no entren, porque nadie quiere tener una boca al lado”, agregó el mismo vecino.


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