Con recibos de sueldos "truchos" pedían préstamos que luego no pagaban; la maniobra la lideraba empleada de un estudio contable

La investigación permitió establecer que una empleada del estudio contable que emitía los recibos -una mujer de 33 años- estaba involucrada en la estafa. 

Una investigación de la Dirección General de Lucha Contra el Crimen Organizado (DGLCCO) e Interpol permitió desarticular una organización que solicitaba préstamos a financieras con recibos de sueldos adulterados.

En las últimas horas la Fiscalía de Penal de 2.º Turno de Delitos Económicos ordenó que se allanaran dos casas y se detuvo a ocho personas involucradas en la maniobra, que ahora están a disposición de la Justicia, de acuerdo a lo que informó el Ministerio del Interior en un comunicado.

¿Cómo funcionaba la estafa? Una persona llegaba hasta la financiera para solicitar un préstamo. Allí presentaba un recibo de sueldo para justificar sus ingresos, pero ese documento estaba adulterado. La persona ni siquiera era empleada de la empresa cuyo recibo mostraba.

La investigación permitió establecer que una empleada del estudio contable que emitía los recibos -una mujer de 33 años- estaba involucrada en la estafa. Cuando la financiera llamaba al estudio contable para corroborar los datos del solicitante, aparecía en los registros como trabajador de determinada empresa porque la empleada involucrada en la maniobra lo había ingresado. Así, quedaba habilitado para obtener el préstamo.

Con el paso de los meses, cuando las personas que habían pedido el préstamo no pagaban las cuotas, la financiera trató de retener sus haberes y ahí la empresa se dio cuenta que los solicitantes no trabajaban en las firmas que figuraban en los documentos que habían presentado inicialmente.

Tras la denuncia que presentó la financiera, se pudo establecer que había dos personas que captaban a terceros -varios de ellos de bajos recursos y que no habrían podido obtener el préstamo con sus ingresos genuinos-. A estas personas las atraían ofreciéndoles el 50% del préstamo. El otro 50% se lo quedaban los que habían ideado la maniobra.