El objetivo de los delincuentes fue un local ubicado el Luis P. Lenguas y Emilia Pardo Bazán. Solo lograron llevarse el dinero de la caja.
Llegó al local un auto con dos ocupantes, que estaban armados. Uno de ellos tenía una pistola 9mm y el otro una metralleta. Bajaron, ingresaron al local y fueron directamente a donde estaba el encargado. Sin media palabra lo golpearon con la culata del arma, lo que le provocó una fractura de maxilar y desprendimiento de piezas dentales.
Luego pidieron el dinero, pues sabían que ese día se pagaban los sueldos. El pago se había hecho de mañana y en la caja solo había $25.000. Enojados por la situación salieron al patio donde estaban descansando los empleados y, también sin mediar palabra, comenzaron a disparar sus armas. Pedían el dinero que habían cobrado.
Hirieron a un hombre de dos balazos: uno en el brazo y el otro en la mano. Finalmente, se debieron conformar con la plata de la caja y retirarse en el mismo auto en el que llegaron.
