Procesaron por múltiples homicidios al empleado de una distribuidora de bebidas que en enero del 2012, mató a golpes a su patrón, la esposa y al hijo del matrimonio.
En una casa de Malvín Norte vivía un matrimonio con su hijo de 17 años. Se dedicaban a la distribución de una línea de bebidas cola. El repartidor había salido de mañana con el camión cargado y, según declaró, trató de comunicarse con su patrón durante todo el día pero nunca lo atendió.
Sobre la medianoche llegó a la vivienda y la encontró cerrada y nadie respondió a su llamado. Ante la situación llamó a la comisaría 15, y los patrulleros debieron solicitar auxilio a los bomberos. Debieron romper la reja y la puerta para poder entrar en el domicilio y encontrarse con un horrendo cuadro. El matrimonio fue hallado muerto en el depósito de bebidas con el cráneo destrozado a golpes. En el baño encontraron al hijo de la pareja, también ultimado a golpes.
A pocos días de cumplirse dos años del crimen, la justicia procesó a un hombre de 28 años que era empleado de los fallecidos. Además de habérsele tipificado un delito de homicidio muy especialmente agravado, se le tipificó un delito continuado de apropiación indebida. Esto se debe a que desde el momento del crimen hasta ahora, el ex funcionario estuvo cobrando las ganancias de maquinitas tragamonedas que la víctima tenía distribuidas en comercios de Montevideo.
