Dos militares de la Fuerza Aérea fueron imputados por abusar sexualmente de una adolescente en Durazno

La víctima se despertó desnuda, sola en un campo, con la ropa desperdigada por todos lados.

La adolescente de 17 años estaba con una amiga y una tía en la noche del 19 de julio, festejando el día del amigo, cuando vio a dos militares de la Fuerza Aérea, que tienen 36 y 41 años.

A uno de ellos lo conocía. Dieron varias vueltas por la ciudad, tomaron bebidas alcohólicas y se despidieron.

Según estableció la fiscal Lucía Nogueira, en la mañana la adolescente intercambió mensajes por whatsapp con uno de los militares y quedaron de verse a solas, al mediodía.

Al subirse al auto vio que estaban los dos militares. Le dijeron que iban a dejar a uno de ellos en su casa y se dirigieron a las afueras de Durazno.

Pararon en un descampado y empezaron a consumir cocaína. La obligaron también a hacerlo y le dijeron que tenía que mantener relaciones sexuales con ambos.

Ella se negó, le ofrecieron dinero y volvió a negarse. Luego de muchas presiones terminó accediendo y luego intentó escapar pero la volvieron a meter adentro del auto. La golpearon hasta que perdió el conocimiento.

Se despertó desnuda, sola en un campo, con la ropa desperdigada por todos lados.

La fiscal pidió que los militares de iniciales C.A.C. y G.A.G. fueran imputados por un delito de violencia privada, un delito de abuso sexual especialmente agravado en concurso formal con un delito de lesiones personales. Para uno de ellos pidió además imputar un delito de promesa de retribución a menores de edad para actos sexuales.

Solicitó 120 días de prisión preventiva para ambos. Sin embargo la Justicia otorgó prisión domiciliaria, con autorización para salir a trabajar en su horario habitual, de 07:00 a 17:00.

La Fuerza Aérea informó que ambos son funcionarios administrativos, y que les abrió un sumario.

Mientras tanto, la fiscal entiende que, estando en libertad, los imputados podrían entorpecer la investigación. Por eso apeló la decisión de la Justicia. Para la fiscal los militares ya intentaron entorpecer la investigación, ocultando y eliminando evidencia. Uno de ellos eliminó mensajes de whatsapp que intercambió con la tía de la víctima, en los que admitía tener el celular de la adolescente que nunca fue encontrado. El otro imputado entregó el celular de su esposa cuando le pidieron el suyo para ser periciado. Además, el hermano de uno de ellos estuvo en el lugar donde se produjo el abuso antes de que llegara la policía, “para quitar rastros o evidencia que los incriminara”, dice la fiscal.


Las Más Vistas