La víctima había denunciado que las medidas cautelares impuestas al hombre habían sido violadas.
Rosana Batista, una policía de 29 años, había advertido que su expareja incumplía la orden judicial de no acercarse. Este martes fue asesinada. El ministro del Interior cuestionó el accionar de la Justicia:
“Pidió ayuda y no se la ayudó. Muchas veces cuando pasa esto, uno puede decir: ‘me piden que denuncie, ¿para qué denuncio si no tiene efecto? Creo que cuando se ha denunciado, en la inmensa mayoría de los casos, se ha logrado frenar violencia. Hay casos en que no. ¿Por qué no? Hay cosas que fallan, y esas cosas que fallan hay que corregirlas.
La policía de Artigas pidió ayuda porque, a pesar de la orden judicial de no acercarse, se seguía acercando y amenazando. Ella avisó y la Policía avisó a los jueces. No quisieron que se le avisara a la Fiscalía. Cuando sucede esto, hay que avisar a todos los actores. No puede quedar en que se avisó y hay que tomar medidas para que esa decisión no quede así nomás, sino que se tome otra decisión para proteger a la víctima”.
El ministro de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Chediak, aseguró que este femicidio dejó en evidencia la necesidad de tener más técnicos en evaluación de los riesgos.
“La idea teórica es tener el número suficiente de técnicos que permitan hacer en todos los casos en tiempo real la evaluación de riesgo. La evaluación de riesgo cuando se cometen hechos por primera vez y cuando las medidas de restricción no fueron suficientes. Nadie puede decir que haya funcionado bien el sistema. Hay que seguir mejorando, multiplicando los dispositivos y tener el número de técnicos suficientes como para poder evaluar con la limitación de la futurología”, dijo Chediak.
