El 15 de enero Rosana Batista radicó la primera denuncia contra su femicida por violencia doméstica y el 30 de enero radicó la segunda por amenazas

En el primer caso la Justicia dispuso medidas cautelares, en el segundo caso no se hizo nada.

Rosana Batista y Onix Fagúndez estuvieron quince años en pareja. En ese tiempo tuvieron dos hijas que ahora tienen ocho y diez años. Sobre fines del año pasado se separaron y en enero Batista radicó una denuncia.

El 15 de enero denunció a su expareja por violencia doméstica y la jueza del caso le impuso medidas cautelares, entre ellas prohibición de acercamiento y comunicación.

Quince días después, el 30 de enero, la mujer amplió la denuncia porque su expareja no dejó de mandarle mensajes, muchos de los cuales contenían amenazas de muerte. Cuando se volvió a radicar la denuncia, la Justicia no dispuso nuevas medidas.

Este martes a las siete y media de la mañana Fagúndez fue hasta la casa de su expareja, donde además vivían sus dos hijas, le disparó dos veces: en el pecho y en la espalda. Luego se suicidó de un balazo en la cara.

Para la fiscal Valentina Sánchez el caso está cerrado y se confirma que se trata de un femicidio y posterior suicidio. De cualquier manera, la Fiscalía mandó a periciar el arma y las balas a Policía Científica en Montevideo para determinar fehacientemente que se trata del arma que se usó en este caso.

Además, se están realizando varias entrevistas con vecinos que, hasta el momento, no determinaron detalles relevantes.

Este miércoles por la mañana fueron sepultados los restos de Rosana Batista. Al entierro


Las Más Vistas