El hijo de un contratista de fútbol fue enviado a prisión en el marco de la investigación por amenazas a la fiscal Ferrero

Se le tipificó violencia privada y tenencia no autorizada de municiones.

El hombre de 38 años fue condenado a seis meses de prisión en el entendido que desde su teléfono móvil compartió datos con el celular desde donde se realizó la amenaza a la fiscal de estupefacientes Mónica Ferrero.

La fiscal había sido amenazada 24 horas después del  atentado que sufrió la sede de la Dirección General Contra el Tráfico de Drogas, el pasado 9 de mayo en horas de la madrugada.

Ese día en el estacionamiento de la Brigada Antidrogas, ubicada en la zona del Prado, explotó una granada, que provocó daños en cinco vehículos policiales que estaban estacionados.

Al día siguiente la fiscal recibió un mensaje a través de whatsapp. “Espero que le vaya bien, pero de ahora en más le va a ir como usted decida. Estamos un poquito enojados, como ve con la parte de narcóticos. Ya les dimos un pequeño aviso para que vean que no le tenemos miedo”, señalaba el texto escrito por alguien que se identificaba como PCU.

El condenado, un hombre de 38 años hijo de un contratista de fútbol, compartió los datos con el celular desde el que se envió esta amenaza.

El hombre fue condenado por un delito de violencia privada, especialmente agravado en calidad de coautor, en reiteración real con un delito de tenencia no autorizada de municiones, en calidad de autor.

Las  municiones se hallaron pocos días antes de ser imputado, en un allanamiento.

La condena es por seis meses, pero deberá cumplir dos meses de prisión efectiva, ya que hasta ahora cumplió cuatro meses de prisión domiciliaria mientras aguardaba el juicio.


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