El crimen ocurrió en la noche del domingo, en la estancia del fallecido, un hombre de 54 años y fue tras una discusión entre él y su hijo de 17 años.
Ambos se fueron a dormir tras la discusión y cerca de la medianoche el joven tomó un rifle y le disparó a su padre dos veces. Luego tomó la camioneta y se fue a un baile, según informa en su edición de este jueves el diario El País.
La Policía advirtió el hecho de que el joven anduviera en la camioneta de su padre en horas de la noche y llamó al teléfono del hombre pero atendió el adolescente.
Al otro día un grupo de policías de la seccional sexta se hicieron presentes en el lugar y el joven los llevó directamente a la escena del crimen y se entregó.
El menor contó con lujo de detalle todo lo sucedido y a su vez argumentó que el fallecido los sometía a él y a su hermano de 15 años a violencia física y psicológica. Entre otros castigos recibían golpes de rebenque y descargas de picana eléctrica.
El joven fue al INAU por un crimen de homicidio especialmente agravado.
