La rapiña quedó registrada en una cámara de seguridad del auto.
En esta linea, el taxista Alejandro Bonhomme relató:
“En mis hijos fue lo primero que pensé. Y después pensé en tratar de calmarlo, tratar de hablarle, a ver si bajaba un poco las revoluciones, porque estaba muy alterado. Estaba decidido a matarme, eso estoy segurísimo.
Hasta el último momento que él se baja le digo “bajate tranquilo que no te voy a hace nada”. Siempre pensando que me iba a pegar el tire.
Yo hice alguna disparatada de volver a entrar al cante solo. Entré cinco veces solo para ahí adentro, pero la impunidad de que te roben y te lleven lo poco que estás haciendo es algo superior a cualquier otra cosa.
Incluso le dije a la Policía si alguien me acompañaba. Pero nadie me acompañó. Fui solo. No tenía arma. Entré solo de la calentura que tenía.
No es guapeza. Es impotencia. Se llevaron mis celulares, toda la documentación. Es todo costo. Hoy por hoy sigo sin trabajar desde el día del robo”.
