Pasaron más de dos años desde el 13 de febrero de 2017, día en el que fue vista por última vez.
El marido de Mónica Rivero declaró que la mañana del lunes 13 de febrero de 2017 la dejo en una peluquería en la intersección de las calles de Ramón Anador y Luis Alberto de Herrera, en Buceo.
Pero según los registros de cámaras Rivero nunca ingresó a esa peluquería. De allí debería haber ido a su trabajo en la empresa Julio Cesar Lestido, donde nunca se presentó.
Horas más tarde, en el entorno a las 13 horas de ese mismo día, la señal de su celular estuvo activa por última vez en el balneario Solís, en Maldonado.
Parte de la investigación policial reparó en las llamadas, tres, que aparentemente realizó esta mujer antes de que el teléfono se desconectara.
Días antes, el 10 de febrero, Rivero había sido captada por las cámaras del local de la empresa donde trabajaba, llevándose un bolso. Habitualmente llegaba y salía solo con su cartera.
