Pericias confirmaron que el pequeño murió de asfixia dentro del inflable.
Según el dictamen judicial, la fiscal Gabriela Fossati pidió el procesamiento sin prisión de los padres del niño que festejaba su cumpleaños, el dueño del salón de fiestas y de un animador por homicidio culposo.
Para el socio y hermano del dueño del lugar la fiscal pidió un delito de encubrimiento.
El procesamiento involucra medidas sustitutivas. Por ejemplo, que los padres del cumpleañero trabajen durante cuatro meses en un hogar para niños epiléptico.
En el dictamen la fiscal señala que los adultos, que debían responder por el bienestar del niño, no prestaron los cuidados debidos al niño en la fiesta.
También se deja constancia de que el pequeño estaba decaído y permaneció al margen de actividades que se hacían en la fiesta.
En un momento estuvo caído en la cama elástica, inmóvil, durante momentos con amiguitos saltando junto a él y en otros solo. Por su postura, se percibe que no se trataba de un juego, agrega la fiscal.
Fossati relata en el dictamen que, al momento de desinflar el castillo, al menos nueve niños saltaban sobre un bulto que llamaba su atención. Se concluyó luego gracias a imágenes de una cámara de seguridad del salón que muestran el momento en que retiran al niño del juego.
Las pericias indicaron que el niño no pudo reaccionar, que fue enrollado dentro del inflable y que permaneció por más de una hora.
También se señaló que no tenía lesiones externas traumáticas y que murió por asfixia. Quien encontró el cuerpo fue el padre del cumpleañero y lo sacó del juego con ayuda de un policía amigo de la familia que asistió a la fiesta. Intentaron reanimarlo sin éxito.
El dueño del lugar dijo a la Policía que las cámaras de seguridad solo podían verse en vivo y que no grababan, algo que no es cierto.
El día después de la muerte de Luciano, el hermano del dueño del lugar fue a la empresa de seguridad y pidió todas las filmaciones de la fiesta, que miró varias horas pero nunca entregó a la Justicia.
