El joven de 22 años estuvo meses desaparecido y una vez que se encontraron sus restos se pudo saber que lo mataron para robarle la moto. En los primeros días de setiembre se conocerá la sentencia.
Federico Olivera, de 22 años, había desaparecido el 9 de abril de 2018. Salió ese día en moto de su trabajo, ubicado en Ejido y Galicia.
Habló con su padre y con un amigo, a los que les contó que iba a encontrarse con una joven que vivía cerca de la casa de su abuela, en Piedras Blancas.
Tras salir de trabajar a las 20 horas, tomó su moto, condujo por el Palacio Legislativo y circuló por General Flores, según quedó registrado por las cámaras de videovigilancia.
Sin embargo, desde ese día, nada se supo de él hasta el pasado 25 de enero de 2019.
El esclarecimiento del homicidio del taxista Juan Carlos Nacaratto, de 56 años, el 23 de diciembre de 201 aportaría información para encontrar los restos de Federico.
Uno de los detenidos por el crimen del taxista, señaló el lugar exacto donde estaban. Fueron hallados en una zona de pastizales altos en Santos Dumont y Rafael.
Según supo Telemundo, el plan era robarle la moto, la plata que tuviera en ese momento, el celular y su tarjeta de cobro. Una mujer lo contactó por redes sociales y acordó un encuentro con él.
Mientras caminaban, fue abordado de atrás por un excompañero de trabajo, que cubría su rostro. Sin embargo, Federico reconoció la voz del hombre, cuando le pidió la clave de la tarjeta.
Ese detalle habría motivado a que en ese momento el hombre y la mujer tomaran la decisión de matarlo y dejar el cuerpo en un descampado.
El fiscal Juan Gómez pidió 30 y 28 años de prisión respectivamente para el hombre y la mujer imputados por el crimen. En los primeros días de setiembre se conocerá la sentencia definitiva.
