El caso para la Fiscalía está claro: los policías actuaron en legítima defensa al verse amenazados por el detenido.
El fiscal Juan Gómez tomó declaración a los policías que participaron del traslado de los detenidos. Por lo que declararon, el detenido sustrajo el arma, gatilló pero la bala no salió. Como el hombre al parecer sabía de armas, intentó alimentarla y los policías de inmediato reaccionaron, uno de ellos le disparó y cayó abatido.
Así se confirmó entonces que el arma no estaba descargada. Se supo también que se ajustará el protocolo de traslado de detenidos, que en uno de los ítems dice que perfectamente el detenido puede ir con las manos esposadas hacia atrás o hacia adelante (especialmente si se trata de una persona muy corpulenta).
Ahora restan realizarse otras pericias balísticas, pero el caso para la Fiscalía está claro: los policías actuaron en legítima defensa al verse amenazados por el detenido que iba a dispararles. Los efectivos policiales no están detenidos y ahora el fiscal Juan Gómez explicó que les aclarará las circunstancias a los familiares del hombre fallecido.
