En la casa de los propietarios de los negocios hallaron a cuatro niños de nacionalidad peruana, un hecho que la Justicia de ese país investiga como un caso de trata de personas por venta de menores.
La Justicia imputó a seis personas en una investigación por explotación sexual en dos whiskerías de Montevideo. Se trata de una pareja propietaria de los establecimientos y cuatro mujeres que los regenteaban.
En la casa de los dueños de los negocios hallaron a cuatro niños de nacionalidad peruana, un hecho que la Justicia de ese país investiga como un caso de trata de personas por venta de menores.
La investigación la llevó adelante Crimen Organizado y tenía como objetivo desbaratar dos whiskerías de Montevideo en las que se denunciaban casos de explotación sexual de mujeres. Las denuncias detallaban situaciones de malos tratos, privación de libertad, amenazas, e incluso se les retenía el teléfono a las mujeres para dificultar su comunicación con el exterior.
Además la Policía comprobó que las víctimas estaban obligadas a dejar la mitad de sus ingresos a los dueños de los establecimiento, y tenían prohibido trabajar en otro lugar.
El trabajo policial permitió detectar 60 posibles víctimas.
Si bien la investigación comenzó en 2022 no fue sino hasta el pasado jueves que se libraron ordenes de detención contra los responsables de ambos establecimientos: uno llamado Reinas de la noche, en la calle Solano López, y otro bajo el nombre de Gitanas, ubicado sobre Martín García.
Tras los allanamientos se detuvo a nueve personas de entre 50 y 62 años, seis de las cuales fueron imputadas.
En una casa en la rambla de Carrasco –donde vivían los propietarios del negocio- hallaron a cuatro niños (dos mellizos de tres años y otros de 5 y 6 años). Los cuatro eran de nacionalidad uruguayo-peruana.
Si bien los cuatro tenían documentación en Uruguay la Justicia peruana tiene una investigación abierta contra la pareja por el delito de trata de personas en la modalidad de venta de niños. Se indaga si pagaron para alquilar el vientre de una o más mujeres en ese país para que los engendrara.
En los allanamientos la Policía incautó varios dispositivos electrónicos, $354.000 pesos, USD 910 y 50 envoltorios con cocaína.
El propietario de las whiskerías fue imputado por un delito continuado de proxenetismo, un delito continuado de suministro de drogas y fue enviado a la cárcel en prisión preventiva. Las cuatro mujeres que regenteaban los establecimientos fueron imputadas por los mismos delitos: a tres de ellas se les fijó arresto domiciliario total con tobillera y prohibición de comunicarse con las trabajadoras de las whiskerías, mientras que una cumple prisión preventiva.
La pareja del dueño de los locales, en tanto, también fue enviada a prisión preventiva por el delito de proxenetismo en calidad de coautora.
