Una de las hipótesis de las autoridades es que la casa fue baleada por equivocación.
Estiman que fueron 8 disparos realizados desde una moto sin matrícula en la que dos personas huyeron tras el ataque, se presume que cruzando la frontera.
Uno de los proyectiles ingresó por la ventana y terminó en la pared, unos 25 centímetros por encima de la cama donde dormía una niña de seis años. También hubo impactos en marcos de una puerta y una ventana, así como también en la fachada de la casa.