El adolescente tiene 16 años y padece trastornos psicológicos. Su madre advirtió la situación y denunció a su expareja.
La mujer comentó que el menor se comenzó a sentir triste y comentó todo lo ocurrido. Tras declarar, la Justicia lo procesó reiterados delitos de violación y reiterados delitos de atentado violento al pudor.
“Aparentemente, desde los nueve años venía siendo abusado por su padre biológico”, se afirmó.