"Ella lo único que pedía era ayuda porque le dolía mucho, tenía mucho dolor", recordó la mujer.
"Ella lo único que pedía era ayuda porque le dolía mucho, tenía mucho dolor", dijo a Telemundo Loreley Urbeltz, la taxista que ayudó a la mujer dominicana que fue agredida el pasado fin de semana por un trabajador de UPM en Paso de los Toros (Tacuarembó).
"Yo no tenía relación con ella, fui llamada por una de sus compañeras cuando estaba trabajando, cerca de la una y media de la mañana", comenzó el relato Urbeltz. "Voy, la levanto, me comenta que una de sus compañeras estaba siendo violentada, por lo cual le doy el número de la comisaría para que ella vaya llamando y yo llamo al 911 en el camino", agregó.
Tras llegar al "housing" de UPM, donde había tres hombres -un joven y dos adultos-, no daban crédito lo que estaban viendo. "El muchacho la agarraba de los brazos para arrastrarla para sacarla para afuera y le pegaba patadas en sus costillas", contó.
"Cuando ella cae en los escalones, él le salta encima con una brutalidad... Tratamos, obviamente, de pararlo en todo momento", recordó. "Llamo de nuevo al 911 porque todavía no había llegado nadie", prosiguió.
El móvil llegó con dos efectivos -una mujer y un hombre- y Urbeltz le pidió por favor que llamaran a la ambulancia. "Me dicen que no porque tienen que pagarla si la llaman", lamentó. "Pasa alrededor de cerca de una hora. La muchacha por favor pide que no aguanta más el dolor y se acercan personas de otra nacionalidad a tratar de ayudar", comentó.
La taximetrista decidió prestarle los primeros auxilios y le cortó el pantalón que llevaba porque "su pierna rota estaba muy inflamada". Tras otro altercado con la policía, Urbeltz resolvió llamar ella misma a la ambulancia. "Me conecto con el doctor que estaba de guardia en ese momento y me dice que eso es área protegida, por lo cual se podría haber llamado desde el momento uno", denunció.
Luego de que la mujer agredida fuera trasladada al hospital, Urbeltz junto a las dos compañeras de la víctima fueron a la comisaría a erradicar la denuncia. "Allí sufro un atropello brutal de la policía, nos estaban esperando afuera. Yo no entendí al principio por qué ellos estaban todos afuera", señaló.
Hoy entiende que dentro estaban las cámaras y los policías no querían que quedara registrado este momento. "Me amenazan varias veces de ponerme en el calabozo cuando yo jamás les estaba faltando el respeto", sostuvo.
Hasta el día de hoy, Urbeltz no ha tenido acceso a su denuncia que, incluso, amplió tras el trato recibido. Confesó que tiene miedo, pero, sobre todo impotencia. "Hoy que tanto nos embanderamos con los derechos de la mujer, parece que esta ciudad está totalmente ajena a eso", concluyó.
El gremio de Trabajadoras Sexuales de Uruguay se trasladó a Paso de los Toros tras este violento suceso. También el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca) está apoyando la denuncia por el ataque y la empresa se comprometió a ocuparse de los gastos de la mujer que golpeada.
