La defensa del hombre sostenía que él no sabía que la chica era menor, pero el fiscal tiene argumentos para llevarlo a la Suprema Corte de Justicia.
El 31 de diciembre de 2013 en Cerro Largo, el empresario Javier Moya fue procesado por pagarle a una menor para mantener relaciones sexuales con ella, pero quedó en libertad por el argumento de que el imputado no sabía que la chica era menor. Sin embargo, ahora la fiscalía de corte pide prisión para él.
El fiscal sostiene que el imputado tiene la suficiente experiencia profesional y humana como para darse cuenta de que la chica no era mayor. Además, Moya enviaba giros a la chica, pero a nombre de otra persona, lo que según la fiscalía probaría que el empresario conocía la edad de la chica.
