En la audiencia se logró comprobar que al hombre lo motivó el menosprecio hacia la mujer, que no quería ser su pareja.
Amparo Fernández viajó desde Paysandú donde vivía y trabajaba como enfermera a una estancia de Sarandí Grande para visitar a un amigo que le había regalado un caballo.
Tras la desaparición de Amparo, este hombre fue el principal sospechoso del crimen.
En los primeros interrogatorios dijo que habían discutido y la había llevado hasta la ruta para que tomara un ómnibus en el que regresaría a Paysandú.
Posteriormente, y ante la imposibilidad de sostener esos dichos, declaró que viajaba junto a Amparo en un vehículo, que ella había sufrido una mortal caída en la carretera y que él, asustado, había arrojado el cuerpo al río Yí.
El hombre de 34 años fue imputado por "la presunta comisión de un delito de homicidio muy especialmente agravado por femicidio en calidad de autor", según la sentencia a la que accedió Telemundo.
El sujeto ya había sido condenado por un caso previo de lesiones graves. Según la víctima de este caso, una mujer de 62 años, este hecho "estuvo tapado y si se hubiese conocido no mataban a Amparo". La historia data del año 2010.
El cuerpo de la mujer sigue sin ser encontrado y el homicida, cuando todo estaba dispuesto para reconstruir las circunstancias de lo sucedido dijo que en verdad fueron cuatro extraños que secuestraron a la mujer.
La familia y amigos de Amparo están conformes con la condena de 26 años de prisión para Amparo Fernández, pero sostienen que no van a parar hasta encontrar su cuerpo:
