Según explicaron los vecinos, en la casa funciona una boca de distribución de pasta base y acciona como refugio para delincuentes.
La casa está ubicada en la calle Costa Rica, según los vecinos la casa pertenece a un paraguayo que hace diez años la entregó al cuidado de un policía retirado. El hombre se radicó en el interior del país y en el lugar quedaron sus hijos con sus esposas e hijos.
Así habló un vecino con Telemundo:
"Al principio las cosas rodaban bien, después cada vez se fue complicando más. En la noche sobre todo, cuando uno no tiene costumbre de trabajar normalmente, levantarse de mañana, hacer un horario de ocho horas y deambula por todos lados se presta a cualquier cosa.
En estos años ha evolucionado en forma negativa la aparición de cantidad de muchachos pidiendo monedas. Uno anoche siente que están gritando, sale a la puerta y se encuentra con unan brasileña llorando porque le habían arrebatado la cartera".
