El producto tenía una etiqueta de "industria argentina", pero se elaboraba en el mismo lugar donde se encontró.
Los efectivos policiales llegaron a una bodega de Rosario con información de que allí se estaban elaborando bebidas alcohólicas sin autorización bromatológica. Al ingresar a un galpón se encontraron con cientos de botellas de plástico etiquetadas con la leyenda Grappamiel La Pampa.
El producto decía ser de industria argentina, aunque en realidad se elaboraba en ese galpón en el departamento de Canelones. En el lugar la Policía encontró un soplete para fundir la glucosa con la que se elaboraba el producto, colorantes y endulzantes artificiales; también la impresora con la que se imprimían las etiquetas.
El caso viene siendo investigado por la Fiscalía a cargo de Alicia Schiapaccase, quien solicitó un informe de Bromatología de Canelones para definir eventuales responsabilidades penales del único implicado en este caso, el hijo del dueño de la bodega.
En total se incautaron 3.000 litros de grappamiel. Fuentes del caso señalaron que la Policía actuó antes de que se vendiera el producto.
