Los delincuentes traían consigo armas de grueso calibre, chalecos antibalas y hasta granadas.
A primera hora de este martes cuatro individuos llegaron a la casa del propietario del local de pagos, en Guaviyú y Ferreira, en el barrio Brazo Oriental. Allí amenazaron al hombre y, mediante amenazas con armas de fuego lo obligaron a subir a uno de los automóviles para trasladarlo a su comercio, ubicado en Garzón y Badajoz.
Una vecina del hombre, al ver que lo subían a un automóvil, se percató de la situación por lo que llamó al 911. A partir de esa llamada se montó un operativo especial que incluyó que dos móviles policiales llegaran antes que los propios delincuentes al local.
Al llegar, los individuos obligaron al empresario a que abriera el local, pero cuando estaban en el lugar pasaron dos patrulleros por lo que los delincuentes huyeron. Así, se inició una persecución que incluyó varios cambios de vehículo y el robo de otros dos.
El primero de los coches utilizados en esta persecución fue abandonado en la calle Capitulares y Pintos Cardeiro, luego que policías y ladrones se tirotearan en ese mismo lugar. En ese lugar había otro vehículo esperando a los delincuentes. Se suben y en él continúan la fuga.
Luego, volvieron a abandonar el vehículo y allí se dirigieron hacía un hombre que hacía un flete, para robarle la camioneta. No conformes con eso también le robaron la moto al cliente del fletero.
Esta camioneta fue abandonada luego en Camino Fortet y la Perimetral. La policía logró detener a un hombre que a esta hora es indagado por los investigadores de la zona cuatro.
El caso fue seguido de cerca por el propio jefe de Policía de Montevideo, Ricardo Pérez, quien llegó incluso a entrevistarse con el propietario del local de pagos.
