Las historias de dos uruguayos víctimas del fuego cruzado

En lo que va de 2021 murieron tres personas que fueron víctimas de balas perdidas.

Este viernes en la Curva de Maroñas se movilizaron decenas de personas en reclamo de justicia por la muerte de Matías Germano, un joven de 28 años que murió tras recibir un disparo cuando quedó en medio de un enfrentamiento de dos bandas de delincuentes que se disputan la venta de drogas en la zona.

El 25 de mayo Matías no llegó a su casa, donde lo esperaba para cenar su madre y su hija de cinco años. Una bala perdida lo había matado cuando regresaba de trabajar.

"Él trabajaba en el Club Ciclista Fénix. Siempre agarraba por Camino Maldonado y bajaba por Luis Braile. Ese día bajó por la calle equivocada", dijo la hermana de Matías.

Matías vivía a 15 cuadras de su trabajo, en el barrio Vista Linda. Aquel día eligió un camino diferente al habitual, y al llegar a Jimenez de Aréchaga y Del Fuerte, quedó en medio del fuego cruzado de dos bandas de delincuntes.

Próximo a las 10 de la noche, una bala le impactó en el pecho matándolo al instante. La policía llegó al lugar alertada por los vecinos que denunciaron el tiroteo, pero el cuerpo de Matías recién fue ubicado a la medianoche cuando un vecino lo encontró en el patio de su casa.

"Mi madre me escribió a eso de la una que no había llegado. Al otro día nos levantamos y mi madre me llama, diciendo que no apareció en todo la noche. Lo salimos a buscar. Ahí nos informan que habían encontrado el cuerpo. Fue muy doloroso y muy injusto. Fue una bala perdida de uno de los tantos tiroteos que hay todos los días en la zona", dijo la hermana.

La noticia devastó a la familia, a sus amigos y vecinos del barrio que siguen reclamando justicia. Su hermana lo recuerda como un tío, un padre y un hijo presente, comprometido con mejorar el barrio y con progresar.

La investigación de su muerte todavía continúa.

 

"Era una muy buena persona"

A las 22 horas del 9 de abril Fernando Sellanes y Camila Álvez estaban esperando el ómnibus próximo a Ruta 1 y Camino Cibils, cuando a unos metros de ellos un policía de particular se enfrentó a dos delincuentes que intentaron rapiñarlo.

"Enseguida los delincuentes disparan para el lado de la ruta y cuando disparan ellos enseguida el policía saca el arma y dispara. No es que disparó a ellos, los tenía re cerca. Empezó a disparar para todos lados", relató Camilia a Telemundo.

Al escuchar los disparos, ambos cruzaron la calle corriendo para intentar protegerse. En ese momento ella recibió un disparo en la pierna. Él se llevó la peor parte.

La bala le pegó en la espalda y tuvo orificio de entrada y salida. Ambos fueron trasladados al coordinado del cerro donde se constató el fallecimiento de Fernando.

El caso viene siendo investigado por la fiscalía de homicidios a cargo de Mirta Morales. Los dos delincuentes y el policía están siendo investigados como posibles autores del crimen.

La bala que mató a Fernando nunca fue encontrada y las pericias de Policía Científica intentan determinar si fue el efectivo o los delincuentes quienes lo mataron.

Fernando fue velado en su San José natal, de donde llegó para ayudar a su familia en el comercio que tenían en el barrio Maracaná. Camila asegurá que el vacío que deja nunca se podrá llenar.

"Era una muy buena persona, un muchacho trabajador que siempre la luchó, que se vino de San José para ayudar a la familia. Y se murió como un delincuente. Solo quiero justicia", dijo Camila.


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