Además, la defensa del empresario del local también señala que hay pruebas que lo eximen de responsabilidades.
El abogado de los padres anfitriones y el del dueño del salón de fiestas donde murió un niño en un inflable consideran que ninguno de sus defendidos tenía responsabilidad en el cuidado de los niños (según el dictamen judicial, la fiscal Gabriela Fossati pidió el procesamiento sin prisión de los padres del niño que festejaba su cumpleaños, el dueño del salón de fiestas y de un animador por homicidio culposo).
Andrés Ojeda es el abogado de los padres del niño que festejaba cumpleaños. Para él, “lo más peligroso y lo más grave, es que la fiscal está diciendo que los padres son responsables de lo que ocurrió por ser quienes invitan”.
Para Ojeda, los padres “están obligados a confiar en las personas en quienes contratan” y justamente la contratación del servicio “fue justamente esa”.
"Los papás no son quienes arman ni desarman el inflable”, afirmó el abogado. Agregó también que la familia no sabía que el niño fallecido estaba decaído o que era epiléptico.
En tanto, el abogado del dueño del local de fiestas es Alejandro Balbi. Fuentes de la defensa afirmaron que hay elementos en el expediente que exime de responsabilidad al empresario. Por ejemplo el testimonio de dos empleados que dijeron que estuvieron con el niño hasta después de desinflado el inflable.
Sobre este la fiscal penal Graciela Fossati dice en el dictamen que: “resulta absolutamente imposible que el niño hubiere ingresado por su propios medios y ubicado por sí de una manera tan enroscada en el interior con el inflable arrollado”.
Además, que no hay pruebas contundentes que indiquen que se manipuló la filmación. Para la defensa del dueño del local la instrucción que se hizo fue pésima, por culpa de la policía y de las autoridades policiales que no preservaron la escena del hecho.
