Inicialmente, las familias reclamaban un total de 10,5 millones de pesos.
El 23 de octubre de 2013 dos reclusos murieron en la azotea del Comcar. Se habían trepado en medio de un motín en el que se quemaron colchones en las celdas. Uno tenía 28 años y estaba procesado por violación de domicilio y el otro tenía 39 años y fue procesado por hurto especialmente agravado.
El fallo en primera instancia del juez de lo Contencioso Administrativo fue ratificado por el Tribunal de Apelaciones. La muerte de los reclusos se produjo por disparos de policías desde la azotea de otro módulo. Allí se encontraron los cartuchos de la munición letal, mientras que los fallecidos tenían perdigones de plomo en sus cuerpos.
En el caso del recluso de 28 años, su padre reclamaba $3.000.000. Si bien la Justicia le dio la razón, el monto es menor: $448.000. En el caso del de 39 años, se reclamaba $7.500.000 para sus cuatro hijos y su concubina. Por el fallo recibirán en total casi $2.800.000.
