Niños y jóvenes que resultaron víctimas ajenas a los enfrentamientos entre delincuentes

Desde el 2015 al 2018, son varios los casos en los que personas no relacionadas con los enfrentamientos resultaron heridas o fallecidas.

Tras el episodio en el que un niño de 12 años fue alcanzado por una bala en el barrio Casavalle, repasamos otros casos de niños que resultaron heridos o fallecidos en el marco de enfrentamientos entre delincuentes.

El de Franco no es el primer caso en el que un menor fue herido durante enfrentamientos en Casavalle u otras zonas conflictivas. El 17 de octubre de 2016, una bala perdida atravesó el techo de zinc de una vivienda e impactó en la cabeza de Santiago Lanza, de cuatro años, que se encontraba mirando televisión en el living.

El pequeño se debatió entre la vida y la muerte, y fue sometido a tres operaciones que le salvaron la vida. Como un recuerdo ineludible de la tragedia, el niño todavía tiene alojada la bala en la cabeza, aunque ello no representa riesgo para su salud.

El 9 de mayo de 2015, una niña de tres años no corrió con la suerte de Franco: murió por una bala que iba dirigida a su padre en el Cerrito de la Victoria.

La bala tampoco era para un joven de 15 años que jugaba en las inferiores de River Plate y fue asesinado, según los agresores, “por error”, en las afueras de una pizzería en Flor de Maroñas.

El 30 de enero de 2015, la víctima fue un pequeño de tan solo un año y medio: murió de un disparo por la espalda en Casabó.

Una semana después, una joven caminaba de la mano de su novio junto a otros amigos por la avenida Giannattassio, mientras que por la misma calle huían de unos sicarios una pareja de narcotraficantes paraguayos. El hombre que conducía fue acribillado y el vehículo terminó arrollando y matando a la joven de 16 años.


Las Más Vistas