Policía de Montevideo ordenó detener a manifestantes que provocaron destrozos durante la marcha contra el G-20, pero no fue posible porque se mezclaron con la multitud

La Fiscalía ya recibió el informe sobre la actuación de los efectivos.

El jefe de Policía de Montevideo ordenó detener a los manifestantes que provocaron destrozos durante la marcha contra el G-20, pero eso no fue posible porque se mezclaron con la multitud.

La orden operativa era la de asegurar una manifestación pacífica.

Una vez informado de los disturbios, el jefe de Policía impartió directamente  la orden de que se detuviera a los autores, de acuerdo a la Ley de Procedimiento policial.

Algunos de los manifestantes se escabulleron entre el público. La Policía calcula que de 200 personas aglomeradas, unas 20 son las que provocaron daños y pintadas en comercios y edificios públicos.

El director nacional de Policía, Mario Layera, explicó que la orden es actuar siempre en estos casos con disciplina operativa buscando evitar el daño mayor.

Aclaró que el jefe de Policía Ricardo Pérez se hizo cargo del procedimiento cuando los desmanes iban creciendo, conteniendo con una fuerza o deteniendo con otra, pero los manifestantes se disolvieron y el grupo involucrado ingresó a la Facultad de Ciencias Sociales y se escabulló entre los estudiantes.

Por eso la fiscalía pidió las filmaciones de ese centro de estudios. El Ministerio del Interior ya envió al fiscal Sebastián Robles el informe sobre su actuación policial.

Destaca que tuvo que considerar que cuando alguien realiza desmanes como estos manifestantes y luego se resguardan entre la muchedumbre, un ingreso policial para detenerlos podía tener consecuencias contra gente que nada tuvo que ver en el incidente.

Asegura que no se trata de no intervenir sino de hacerlo de forma segura para la mayoría.

La investigación recién comienza, pero según la Policía, hay indicios que permitirán identificar a algunos de los participantes.


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