Las pericias del caso aseguraron que no fue víctima de un robo.
El homicidio ocurrió en la madrugada del sábado, en Lucas Obes y Buschental, a media cuadra de la residencia presidencial.
Mateo Urtiaga, de 20 años, caminaba rumbo a su casa cuando fue sorprendido por una persona que circulaba en bicicleta, quien le disparó en el cuello. El policía de guardia en la residencia presidencial asistió al joven y lo trasladó a un centro asistencial, donde falleció minutos más tarde a consecuencia de dos heridas de bala, en el cuello y en el tórax.
En un inicio la Policía informó que se había tratado de una rapiña. Sin embargo, el fiscal a cargo de la investigación del homicidio, Juan Gómez, aseguró que las pericias confirmaron que no fue víctima de robo.
El joven asesinado tenía un antecedente penal por porte de armas de hace dos meses.
La Fiscalía analiza las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, para identificar al responsable.
