El fiscal Juan Gómez pudo establecer que el tío del menor manipulaba un arma y se le escapó un tiro. La familia había dicho que el tiro provino de un auto blanco.
El 14 de enero, Dylan Rodríguez, recibió un balazo en la cabeza cuando estaba en el pasillo de su casa ubicada en Santos esquina Coronel Raíz, barrio Lavalleja.
El pequeño de 8 años murió minutos más tarde en un centro asistencial. La investigación reveló que el pequeño estaba a cuidado de su tía cundo ocurrió el fatal desenlace.
En base a información que brindó la propia familia ese día, la Policía manejó la hipótesis un ataque por venganza contra el padre del pequeño, que estaba preso.
La investigación pudo comprobar que la versión de la familia era falsa y el disparo mortal jamás fue disparado desde un auto blanco como sostenían.
El tiro que le causó la muerte a Dylan, salió de un arma que manipulaba su tío y se presume se le escapó.
La Justicia formalizó la investigación. Al hombre se lo acusa de homicidio y tráfico interno de armas.
