Trabajadores sociales y sociólogos realizan tareas de apoyo a niños, padres, maestros y funcionarios.
Hacía apenas dos meses que el niño concurría a la escuela 262 de Salinas Norte. Antes iba a la 263 de Montes de Solymar. En las dos trabaja el equipo del programa Escuelas Disfrutables de Primaria. Lo primero es tener claro cómo informar lo que ocurrió.
“Cuando se trabaja con tema de muerte, con tema de duelo, se habla con la verdad, se dice lo que pasó. Hay que informar a los padres para que puedan acompañar el proceso de duelo que van a llevar los niños. No hay que contar más de lo que el niño quiere saber. Los niños se comentan las cosas naturalmente, a veces los adultos somos los que ponemos más trabas”, relató Ana Everett, coordinadora de Escuelas Disfrutables.
Se trabaja también con maestros y auxiliares de servicio, y si los hay profesores de arte o de educación física. “Se trabaja en el aspecto de cómo poder contener a los niños, cómo tener una valoración del daño y también se trabaja con la elaboración del duelo”, explicó Everett.
En la escuela siempre puede haber familiares de ambas partes. Si los hubiera del adolescente acusado por el homicidio también se trabaja con ellos, desde el respeto a la escuela y a las personas.
“Cuando alguien comete un delito no tiene por qué estar implicando a otros en el delito que cometió. Es decir, acá no hay una madre responsable por el delito que cometió el joven y por lo tanto debe ser respetada”, agregó la profesional.
El primer día se pidió a los niños que se expresaran en forma espontánea. Muchos hicieron dibujos y resolvieron colgarlos en un árbol. Algunos niños se acercan y los miran, otros no. Cada uno elabora su duelo. Los dibujos permanecerán hasta que ellos decidan retirarlos.
