En el lugar, una casa del barrio Brazo Oriental, había billetes entintados, chalecos antibalas, municiones, miguelitos, baterías, guantes y pasamontañas. El dueño está a disposición judicial.
El dueño de la vivienda está a disposición del fiscal Diego Pérez, quien indaga el caso del copamiento en Brazo Oriental. El hombre, que pasó de ser víctima a indagado, fue secuestrado desde su trabajo, un supermercado en Bulevar Artigas y José María Penco, y obligado a subir a un auto negro. De allí lo llevaron a su casa en Magested y Carabelas. Los asaltantes, que tenían pasamontañas y ropas oscuras, exigían el dinero que había en la vivienda.
Un vecino que notó una actitud extraña en la vivienda llamó al 911 y por eso la Policía llegó de forma inmediata al lugar, junto con la Guardia Republicana, el Grupo de Reserva Táctica y motos del Grupo de Intervención Rápida que rodearon la casa, asegurando que no hubiera escape para los copadores. Los delincuentes en primera instancia intentaron escapar pero al verse rodeados pretendieron salir con una de las víctimas, a la que obligaron a decir que se trataba de amigos que estaban en la vivienda, sin embargo, la Policía procedió a la detención de los siete individuos.
No obstante, al ingresar a la vivienda la Policía se encontró con billetes entintados, chalecos antibalas, municiones, miguelitos, baterías, guantes y pasamontañas. La Policía no descarta que se trate de una de las bandas que se dedica a la explosión de cajeros. Por eso, ahora el dueño de la vivienda pasó a ser indagado en el caso.
En tanto, cuatro de los siete detenidos durante el copamiento fueron procesados con prisión y condenados a cuatro años de prisión por un delito de privación de libertad. Los otros detenidos fueron liberados por no tener nada que ver con los hechos.
