La fiscal y el juez aceptaron la propuesta en el marco de lo que permite la ley.
Un jubilado compró una desmalezadora a un joven de 18 años, pero el objeto era robado.
El ladrón había hurtado varios objetos de comercios y casas de San Ramón, en Canelones. El joven vivía en situación de calle. Se ofrecía principalmente a ancianos para acompañarlos a sus viviendas y cuando llegaba aprovechaba un descuido de los propietarios. De ese modo robó celulares, herramientas y relojes, entre otras cosas, para luego comercializarlas.
Tras ser detenido, indicó a dos personas que habían comprado los objetos: un hombre de 63 años y una mujer de 42.
Los tres fueron imputados. El joven por 6 delitos de hurto en reiteración real y como medida cautelar el juez dispuso su internación en el Portal Amarillo por 30 días, para que sea tratado su consumo y adicción a las drogas.
Los compradores fueron imputados por receptación, pero con medidas cautelares. La mujer deberá presentarse ante la seccional periódicamente durante 6 meses. Sin embargo, el hombre ofreció donar 100 tortas fritas a instituciones de la zona.
La fiscal Alicia Schiappacasse dijo a Telemundo que fue una medida de humanidad y solidaridad, amparada en lo que surge del Código del Proceso Penal. Y que analizó todas las variables: el imputado era primario, la desmalezadora fue devuelta intacta, y no le ocasionó otro daño al propietario porque había sido robada de un galpón que estaba abierto.
Lo que se aplicó fue una alternativa a la suspensión condicional de la pena, que fue aceptada por el juez. Además, la fiscal indicó que fue una medida ajustada a la sanción que hubiera recibido. Todavía no se ha definido a qué entidades ayudará con su donación, pero serán merenderos y hogares de ancianos que acepten el ofrecimiento.
