Es la primera prueba científica vinculante.
Un palo encontrado donde se halló el cuerpo de Brissa González tiene el ADN de la niña y del principal sospechoso. Además, había rastros de pintura de la casa en donde vivía Pintos en Marindia. La defensa de Pintos recibió el primer informe y comunicó que desistía del pedido de excarcelación.