Fue en el módulo 10 cuando comenzaba el control en la celda 15, sector d1.
Cuando el agente que realizaba el control cerraba la puerta, un recluso lo tomó por el cuello y lo intentó golpear en la cara.
En el lugar había otro policía quien logró hacer que el recluso dejara al efectivo agredido.
Según el parte policial, el recluso estaba en total desacato. En momentos en que los efectivos carcelarios intentaban calmar la situación, el recluso tomó un termo de agua caliente y se lo tiró a la cara. Esto le produjo al efectivo varias quemaduras.
El recluso quedó encerrado en la celda y el policía fue trasladado a enfermería donde se le constató una quemadura de primer grado en la cara.
El parte policial indica que el agente agredido no quiso radicar la denuncia por lo que la fiscal Silvia Porteiro determinó que el policía fuera visto por médico forense.
